Por el contrario, el canciller resaltó el buen desempeño de González Arias cuando estuvo como embajador ante las Naciones Unidas en Ginebra, y en Brasil, ya durante la transición democrática.
“No recibí ninguna nota ni documentos sobre el embajador”, dijo y defendió que el diplomático retirado hizo una labor importante cuando fue embajador.
“Es una persona muy activa, muy dinámica. Es cierto, él está jubilado”, reconoció, pero agregó que “va a hacer un gran papel en Perú, al que le estamos dando la más alta importancia”, afirmó.
Resaltó que consultaron al respecto con el sector privado y hubo buena aceptación de la candidatura de González Arias, que actualmente es asesor de la Unión Industrial Paraguaya (UIP).
“Queremos dar un impulso muy grande con el Perú. Tenemos el tema con la Alianza del Pacífico (AP); hay una reunión pendiente entre cancilleres del Mercosur y la Alianza”, explicó el canciller.
Para Loizaga, en este momento quedan muy pocos embajadores para ser propuestos en una representación como la del Perú. Por eso convocaron a González Arias, pese a estar ya jubilado.
Además, agregó, algunos diplomáticos han ido ascendiendo en el escalafón, por el transcurso del tiempo (antigüedad), y no por su capacidad o formación, y eso ya no quieren en el servicio exterior.
Por eso la Cancillería está mezclando para las designaciones “a diplomáticos viejitos con nuevos, porque para estar al frente de una Embajada hace falta experiencia”, destacó.
Para los nombramientos en las sedes diplomáticas, el Gobierno “puede tomar políticos, con mezcla de embajadores de carrera” (sic).