Muchos conocen la historia de Jonás, aquel profeta de fugaz aparición en el Antiguo Testamento que fue tragado por un enorme pez y luego de permanecer tres días en sus entrañas fue escupido en tierra firme, atribuyéndose esto a uno de los milagros del Señor.
Hace pocos días también ocurrió una suerte de “milagro” por estas cálidas tierras: el ahora ex vocero de la Fuerza de Tarea Conjunta, mayor Jonás Ramírez, contrariamente a lo que le sucedió a su homónimo bíblico, decidió “vomitar” un secreto a voces: la filtración de datos en las fuerzas que se supone son las encargadas de combatir al grupo criminal que pone en zozobra a la zona norte de la Región Oriental.
No sabemos qué fue en realidad lo que llevó a Jonás a decir públicamente lo que hace tiempo muchos suponíamos.
No sabemos si tomó el “suero de la verdad” o fue simplemente presa del hartazgo que tenemos todos por la ineficacia de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), compuesta por militares, policías y agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
Es que no se necesita ser un sabiondo o un entendido en materia de seguridad para saber que las cosas no se están haciendo bien en ese conflictivo punto de la geografía nacional: los resultados no se ven, el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y el narcotráfico siguen enseñoreándose, ganando el partido y dejando en ridículo a los uniformados.
En comunicación con una emisora de radio, Jonás Ramírez dijo una gran verdad: “Vinimos cuando el arroz estaba caliente, cuando la cacerola estaba hirviendo” y citó que quienes realmente “marcan la agenda” son los que responden al abigeato, al rollotráfico y los demás ilícitos de la zona.
“El problema principal acá es la estructura de los órganos que realizan esta lucha, pues no podemos tener el factor sorpresa si dentro de los organismos estamos avisando de lo que se va a hacer. Hay demasiados intereses en diferentes organismos, de diferentes estratos”, decía el mayor Jonás Ramírez a Monumental AM. Apuntó hacia la Policía y la Senad.
Todo lo que dijo Jonás no cayó para nada bien a la cúpula militar, que se apresuró en destituirlo. Como efecto dominó hubo cambios en la Policía y se rumorean más movidas dentro de la FTC.
Sí, es cierto: Jonás dijo lo que todos sabíamos. ¡Pero cuánta falta hacía que el propio vocero de la FTC lo dijera!
