19 abr. 2024

Lo más peligroso no es el viento sino la marea de tormenta

Sobre un huracán a menudo solo se tiene en cuenta la velocidad del viento, pero en Naples, Fort Myers y Tampa –grandes ciudades de la costa oeste de Florida– se sabe que el verdadero peligro de Irma es la “marea de tormenta”, un aumento repentino del nivel del mar que cae como una pared de agua sobre la costa

Según el Servicio Meteorológico de Estados Unidos (NWS), la marea provocada por el huracán Irma podría alcanzar los 4,5 metros de altura en el extremo suroeste de Florida, dependiendo de la configuración del litoral.

La marea no crece por las lluvias torrenciales que acompañan al huracán, sino por los fuertes vientos que hacen que el nivel del mar se eleve de forma anormal ante la depresión.

Según la Administración Océanica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos se trata de un “aumento anormal del agua generado por una tormenta, mayor que las mareas astronómicas previsibles”.

El ascenso del agua se observa mucho antes de que el huracán toque tierra, lo que acorta el tiempo para la evacuación de la población.

La mayor parte de las 1.800 muertes causadas por el huracán Katrina que asoló Luisiana en 2005 fueron atribuidas a este fenómeno, según la NOAA.

Empujadas por el viento, las olas pueden desplazarse decenas de kilómetros tierra adentro, inundando rápidamente los hogares, las carreteras y ahogando a automovilistas atrapados.