EFE.
“Nadie sabe esto: sufrí un aborto durante las dos semanas que no acudí (a grabar). Es una historia muy larga”, indicó la intérprete de 27 años durante la emisión del último episodio del “reality show”, este domingo.
El programa, a medio camino entre un documental y una serie, había explorado la inconsistencia de la artista a la hora de acudir puntual a su trabajo, algo recurrente en los últimos años de su carrera. Sin embargo, en esta ocasión, se debía a una razón de causa mayor.
“No me podía mover, estaba enferma. Mentalmente, es algo que te trastorna”, manifestó Lohan, la que fuera estrella infantil y adolescente gracias a películas como “The Parent Trap” y “Mean Girls”.
El documental Lindsay también siguió las evoluciones de Lohan desde que abandonase una clínica de rehabilitación en julio de 2013 y se mudara a Nueva York para tratar de rehacer su trayectoria en Hollywood.
“He llorado muchas veces viendo esas imágenes”, comentó la actriz. “Me veo reflejada en esa chica. Es realmente triste. ¿Quién la está ayudando? Estaban ocurriendo muchas cosas en mi vida en ese momento”, agregó.
Lohan asegura que la filmación de este programa le hizo aprender algunas lecciones, especialmente cómo sus adicciones ponen en riesgo su carrera.
“Aunque no es mi intención perder todo por lo que estoy trabajando ahora, eso es lo que la adicción me hará”, indicó.
“Es una enfermedad horrible, y da mucho miedo. Ahora estoy en un buen momento y no quiero fastidiarlo. Me siento bien y soy feliz. Lo que más he aprendido de este experimento es que mi ética de trabajo es diferente. Vuelvo a tener ese fuego dentro de mí”, declaró.
En marzo de 2013, Lohan evitó entrar en prisión tras acordar con las autoridades someterse a un nuevo tratamiento de rehabilitación.
Lohan llegó a esa situación por mentir a la policía en un accidente de tráfico en el que se vio envuelta en junio de 2012 mientras se encontraba en libertad condicional por un delito de hurto que cometió en 2011.
