Entre los presidentes figuran los de Rusia, Turquía, Kazajistán, Bielorrusia, Filipinas, Argentina o Chile, mientras que acudirán jefes de Gobierno como los de España, Italia, Polonia, Malasia o Mongolia.
El presidente chino, Xi Jinping, abrirá la reunión con un discurso, tras el cual habrá una mesa redonda con los líderes asistentes.
Además, habrá seis foros temáticos paralelos en los que participarán más de 1.200 altos funcionarios de más de cien países y organizaciones internacionales, así como ejecutivos empresariales y académicos.
También asistirán el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, y el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim.
Sin embargo, la mayoría de los países occidentales no enviarán a líderes principales (EEUU, Canadá, el Reino Unido, Alemania, Francia, Australia).
Preguntado por estas ausencias, Wang señaló que Francia y Alemania le habían manifestado su interés por enviar delegaciones de primer nivel pero que lo habían descartado debido a los procesos electorales que están atravesando.
Aún así, el ministro chino intentó restar importancia a estas ausencias. “No queremos politizar esta iniciativa”, aseguró, antes de recordar que la mayoría de los líderes asistentes procederán de la “principal” zona de acción de las nuevas Rutas de la Seda, que es la región euroasiática y el este de África.
La iniciativa fue lanzada en 2013 por el presidente Xi para articular la cooperación con países del centro, sur y sureste de Asia, así como con el este de África, para la construcción de infraestructuras con las que promover el desarrollo y agilizar el comercio con China.
El objetivo de la cita de mayo es promover el diálogo y la cooperación a nivel internacional en torno a esta iniciativa, recalcó hoy el ministro chino de Exteriores.
Wang Yi esgrimió hoy la idea de que las Nuevas Rutas de la Seda son una propuesta china para dinamizar el crecimiento económico global ante la “débil” recuperación tras la grave crisis económico-financiera de 2007-2008.
Explicó que “no hay falta de recursos” económicos para promover la recuperación, pero sí reconoció que “hay una fragmentación” de esos medios, por lo que ha llegado el momento de “consolidar esos recursos”.
