Juan Manuel Massare
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Libertad se terminó dando un paseo por el Bosque de Para Uno, donde sacó provecho de un equipo que terminó fundido física y futbolísticamente. El Gumarelo se llevó una contundente victoria por 3-0, la cual lo pone más arriba en la tabla y se mantiene como el único invicto del Apertura.
El tramo final fue de terror para los jugadores e hinchas de Olimpia. La visita dio una cátedra de juego colectivo, acompañado por el “óle” que bajaba de las gradas.
gran diferencia. El equipo que dirige Mauro Caballero, que terminó viendo el juego parado y de brazos cruzados, como sintiéndose rendido ante la pobre respuesta de sus dirigidos, chocó ante un equipo que hizo las cosas simples.
Libertad sabe a lo que juega, muestra que tiene una idea de juego y que es un equipo que se mueve de forma colectiva, tanto para atacar como para defender. Nadie corre más de la cuenta y la circulación del balón buscando los espacios es la tendencia.
¿Y Olimpia? Lo hizo todo al revés. No hay movimientos en bloque, cada uno sale a presionar por su cuenta y hoy, por más que en el arranque tuvo sus chances de marcar, estuvo falto de carácter. De esa vergüenza que te tiene que hacer dar eso otro cuando lo futbolístico no responde.