Paraguay necesita mejorar su entorno económico para facilitar la apertura e instalación de empresas que contribuyan con el crecimiento del producto interno bruto, las exportaciones con mayor valor agregado, la generación de empleos de calidad y el aporte tributario para financiar mejores servicios públicos.
El logro de estos objetivos exige un marco regulatorio moderno que atraiga la inversión extranjera directa e impulse el capital nacional hacia actividades y la generación de bienes y servicios competitivos para el mercado interno e internacional en el marco de la legalidad y la transparencia.
Hoy, Paraguay está en la prensa internacional, en informes mundiales y en el imaginario colectivo como un país vinculado al tráfico ilegal de cigarrillos, drogas ilícitas, armas, entre otros, al lavado de dinero y a la evasión y elusión de impuestos, o con importantes debilidades institucionales para hacer cumplir las normas vigentes.
Las autoridades de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial deben con urgencia analizar todos estos problemas y promover los cambios normativos, institucionales y organizacionales que requieren la defensa de un entorno económico competitivo y transparente, teniendo a la legalidad como principal eje de la inversión económica.
El proyecto de ley que elimina las acciones al portador y que obliga a las sociedades anónimas a transformarse es un paso hacia adelante en la necesaria transparencia también de las actividades económicas del sector privado.
Queremos un país con inversiones totalmente lícitas tanto nacionales como internacionales. Los actuales escándalos internacionales relacionados con los llamados Panamá papers, los sobornos políticos en el Brasil o los informes sobre transacciones ilegales en la Triple Frontera, y sus efectos no tan estudiados en Paraguay exigen que nos adelantemos como país y nos pongamos al frente de los cambios necesarios. En el caso de las sociedades anónimas somos uno de los últimos países en mantener este régimen, por lo que es hora del cambio.
La Cámara de Senadores debe dar continuidad al proceso iniciado para eliminar las sociedades anónimas y, una vez aprobado, deben fortalecerse las instituciones públicas con competencia en la implementación de los cambios.
Es imperativo darle a Paraguay los instrumentos necesarios para ser una economía que promueva el crecimiento y el desarrollo en el marco de actividades lícitas y transparentes a nivel nacional, acompañando el esfuerzo mundial por controlar los flujos financieros internacionales.
