WASHINGTON - EEUU
La economía brasileña podría comenzar a recuperarse en el segundo semestre del año si el Gobierno es rápido en implementar una serie de medidas que apuntan a volver a ganar la confianza de los inversores, dijo ayer el ministro de Hacienda, Joaquim Levy.
Hablando con periodistas antes de un evento organizado por el Fondo Monetario Internacional, Levy aseguró que el Gobierno debe enfocarse en las reformas para atraer inversiones a la mayor economía de América Latina.
“Si tomamos las medidas necesarias rápidamente tenemos una buena posibilidad de ver un segundo semestre más favorable”, aseguró Levy.
“En este momento necesitamos centrarnos en reformas más del lado de la oferta”, afirmó, refiriéndose a medidas que podrían impulsar la productividad al simplificar el código tributario de Brasil y reducir la burocracia.
Levy, un ex ejecutivo bancario, dijo que Brasil estaba preparado para enfrentar una desaceleración económica global “persistente”.
La actividad del sector de manufacturas del país sufrió en mayo su mayor contracción en casi 4 años, según un sondeo privado publicado ayer, que reforzó las expectativas de que la economía más grande de América Latina esté entrando en una dolorosa recesión.
El índice de gerentes de compra de HSBC para el sector de manufacturas de Brasil cayó a 45,9 en mayo desde 46 en abril, según cifras ajustadas por estacionalidad. Un resultado bajo 50 indica a una contracción. Una inflación persistentemente alta y mayores costos de importación por una depreciación de la moneda local han disminuido la competitividad de las empresas brasileñas.
Al mismo tiempo, una caída de la confianza del consumidor sigue inyectando pesimismo a las compañías.
Se espera que la economía de Brasil cierre el año con una contracción de 1,24 por ciento, según una encuesta del banco central publicada la semana pasada.
La producción cayó en mayo entre las manufacturas de bienes para consumidores, intermedios y de capital, según el sondeo. Al mismo tiempo, el empleo siguió enfriándose, con datos para mayo que mostraron la mayor baja en la contratación en casi seis años. Brasil anotó un superávit comercial de 2.761 millones de dólares en mayo, mostraron ayer datos del Gobierno, en el mejor resultado mensual en lo que va del año, debido a que una moneda local más débil fortalece el valor de las exportaciones.