El portavoz de las Operaciones Conjuntas en la provincia de Nínive, donde se ubica Al Qayara, Yehia Rasul, explicó a Efe que sus tropas tomaron la refinería y las viviendas aledañas de los trabajadores.
También recuperaron el control del puente de Al Qayara y de uno de los accesos a la urbe tras cruentos combates con los yihadistas.
El avance es sin embargo lento porque las tropas afrontan “una fuerte resistencia del EI”, según el portavoz, que indicó que los extremistas están parapetados dentro de edificios gubernamentales y edificios próximos.
Los yihadistas intentan además atacar a las tropas con coches bomba conducidos por suicidas, pero por ahora la aviación iraquí y de la coalición internacional ha logrado bombardear a los agresores antes de que se detonaran junto a las tropas.
Las unidades antiterroristas del Ejército iraquí también ven obstaculizado su avance por la gran cantidad de explosivos colocados por el EI en calles y edificios que conducen al centro de la urbe.
Rasul informó de que decenas de yihadistas han muerto en dos días de lucha, entre ellos numerosos suicidas, cuyos cadáveres están desperdigados en el frente de batalla.
Muchas familia se encuentran por su parte cercadas en sus viviendas en Al Qayara, donde se calcula que unas 70.000 civiles estaban retenidos por el EI antes del inicio de la ofensiva.
Al Qayara es la ciudad más importante de la comarca homónima, en la que se han centrado hasta el momento las operaciones de las fuerzas iraquíes en Nínive.
El dominio de Al Qayara, situada unos 55 kilómetros al sur de la ciudad de Mosul, es necesario para abrir las puertas a la ofensiva final para liberar la “capital” del EI en Irak.