Esas actividades generaron un notable revuelo creado allí por donde pasaba la comitiva de guardaespaldas y acompañantes.
En la Gran Vía madrileña, una de las arterias más comerciales y emblemáticas de la capital de España, entraron en varios establecimientos de ropa y complementos, rodeadas de medio centenar de personas, entre periodistas y curiosos, que seguían sus pasos sin perder detalle.
La expectación se respiraba antes incluso de la llegada de las adolescentes al centro de la ciudad: los responsables de la seguridad de Malia y Sasha Obama habían avisado de que “alguien” iba a entrar en las tiendas, pero no quisieron dar ninguna pista de quién.
Tras la mañana de compras, ambas acudieron a La Castela, un restaurante de referencia de cocina de mercado, donde hace unos días también disfrutaron de sus exquisiteces el actor Harrison Ford y su mujer, la actriz Calista Flockhart.
Ante la sorpresa del personal del establecimiento, allí las esperaba su madre, que por la mañana había participado en una conferencia en defensa del derecho a la educación de niñas y adolescentes.
Tras almorzar, se marcharon causando el mismo movimiento de curiosos y periodistas que habían formado al llegar.
Mañana abandonarán España tras una expedición que hace las veces de avanzadilla; Barack Obama realizará del 9 al 11 de julio su primera visita al país desde su llegada a la Casa Blanca en 2009 y también la primera de un presidente estadounidense en 15 años.