El Congreso y el Senado destinaron un importante monto para el pago de gratificaciones y aguinaldo de un grupo de directores generales.
Esta erogación, que totaliza G. 765.106.909, se concretó en diciembre pasado. No incluye el salario ni otros beneficios que perciben mensualmente los funcionarios.
Para hacer un paralelismo, algunos de los directores generales percibieron en gratificaciones y aguinaldo un monto superior incluso hasta del salario de los senadores.
En algunos casos sobrepasa el sueldo del actual titular del Congreso, Blas Llano, que es de G. 37.076.740, de acuerdo con lo que figura en la planilla.
Además del sueldo que perciben los funcionarios permanentes tanto del Congreso como de la Cámara Alta, tienen otros beneficios.
Entre los mismos se pueden mencionar gastos de representación, responsabilidad en el cargo, antigüedad, grado académico y remuneración extraordinaria, que corresponde a las horas extras.
En detalles. Los pagos de gratificaciones y aguinaldos van desde un poco más de G. 25 millones hasta G. 38 millones, según los datos. (Ver infografía).
Entre los beneficiarios figuran los directores del área jurídica, de Secretaría General, de Recursos Humanos, de Administración y Finanzas, y de Digitalización Legislativa.
También el de Comunicación, Relaciones Públicas, Control Interno, Ceremonial y Protocolo, Relaciones Internacionales y varios otros.
Los datos de los salarios y las gratificaciones fueron actualizados recientemente.
Todos los detalles se pueden encontrar en la página web de la Cámara Alta, en cumplimiento de la ley que establece la obligatoriedad de la provisión de informaciones en el uso de los recursos públicos.
También está en vigencia la Ley de Acceso a la Información Pública, por la cual el ciudadano si necesita más datos solo debe solicitarlos, vía nota o a través de la página web.
Para el efecto, se elaboró una serie de requisitos que los interesados deben completar.
La solicitud está disponible en la Oficina de Atención al Público de la Cámara Alta.
PULSEADA. Dentro del marco de racionalización de gastos que implementó el actual titular del Congreso, se decidió la eliminación de las gratificaciones de funcionarios.
Esto desató una crisis en la institución y hasta hubo movilización en contra.
Cuando asumió Llano, los funcionarios ya habían percibido dos de las cuatro gratificaciones que tenía presupuestado el Congreso.
Quedaban pendientes dos, las cuales se intentó dejar sin efecto. Ante la presión del funcionariado, finalmente una mayoría en la Cámara Alta aprobó una resolución liberando el pago de una de las gratificaciones.
