“Se usaron tres tipos de porotos: rojo, negro y marrón. Granos de locro, maíz, girasol y soja”, comenta Macarena Ruiz, hija del artista mentor de la intervención creativa en Misiones.
Cada cuadro tiene 4 m de alto por 3 m de ancho. Su padre –dice– esbozó la figura de ambos santos, Ramona Meza –hija de Teodoro Meza, artista de Tañarandy– pasó el dibujo a la madera y ambas completaron el llenado de colores con los granos, los cuales fueron seleccionados de acuerdo a su funcionalidad. Utilizaron cola vinílica para pegar las semillas. Resta una pasada de barniz a las imágenes para que reluzcan más en atención a que podrán ser apreciados desde 300 a 500 metros de distancia.