Agrega que la combinación de la escasa contribución y altas exoneraciones configura una debilidad del sistema tributario paraguayo. “El gasto tributario es otro modo de disminuir la recaudación efectiva, manteniéndola por debajo del potencial de recaudación. Consiste en la ausencia de recaudación por exenciones establecidas en el sistema tributario para favorecer o estimular a determinados sectores económicos, tipos de contribuyentes o ámbitos geográficos. Naturalmente, este sacrificio fiscal debería responder al beneficio económico obtenido a cambio, en términos de generación de empleos y de mayor producción e ingreso”, refiere una parte del estudio.
Añade que el IVA aporta el 70,9% de los gastos tributarios, seguido por el impuesto a la renta corporativa con 11,7% y los aranceles aduaneros con 15,7%. Refiere que el gasto tributario fue de 1,9% del PIB en 2014, cuando la imposición directa no sobrepasaba el 2,7% del PIB.