El Azulgrana no levanta cabeza y exterioriza un bajón futbolístico importante, similar al que culminó el torneo pasado. La intención de juego que propone Álvarez sigue sin reflejarse en el campo.
En varios segmentos del partido cambió de sistemas tácticos, pero en cancha los jugadores no lograron interpretar una identidad de juego. Cerro fue superado en varios pasajes por un disciplinado equipo del General.
El Ciclón tuvo dudas en defensa, desconexión en el medio, nula participación con los extremos y por consiguiente no hubo oportunidad de gol en el área rival.
cambio urgente. Cerro no tiene tiempo para desarrollar un proceso a largo plazo. Su historia obliga a dar pelea en todas las competencias que participe y el momento es ahora. Se terminaron las excusas para muchos jugadores, es hora de ver en cancha a los que en verdad están comprometidos, porque cuando no hay fútbol, debe brotar el amor propio.