Probablemente se involucre también a la Argentina, teniendo en cuenta que esta semana se reportó la aparición de langostas voladoras en el Chaco argentino, señaló Cabrera.
Se cree que los insectos llegaron a ese país a través de Paraguay. No obstante, no es seguro ya que la confirmación de la presencia de las langostas en territorio argentino es reciente.
Tanto Paraguay como Bolivia entraron en una etapa de control de las langostas, pese a que todavía hay presencia de los insectos y persiste el peligro de que se multipliquen o migren, explicó.
De hecho, no es posible llegar a un punto de eliminación completa, sino solamente de control, por lo que es importante diseñar un plan regional permanente, explicó el presidente del Senave.
“Tenemos que elaborar un plan regional de control, tenemos que trabajar juntos el tema de la información, monitorear el avance, traslado de las langostas, ver la eficacia de los productos”, comentó Cabrera.
En el caso de nuestro país, se tuvo buena experiencia con las aplicaciones aéreas de químicos, que impidieron que las langostas avancen a las zonas productivas del país, que era el mayor temor. Con medidas similares, Bolivia controló la situación en un 85%, informó. Destacó que en el caso del vecino país, la invasión de langostas fue mucho peor.