Desde la época en que la dictadura stronista intervino en las universidades, la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) arrastra el oscuro signo de mantenerse muy politizada y ser manejada por sectores políticos del Partido Colorado y de estructuras de poder vinculadas al propio Poder Judicial, que impiden su buen desarrollo académico.
Mientras en otras universidades se han dado importantes cambios, principalmente generados por los propios alumnos, como la gran movilización #UNAnotecalles, que se inició en setiembre de 2015 y logró derribar a gran parte de una claque corrupta y autoritaria que manejaba el Rectorado de la UNA y varias facultades, o la más reciente movilización en Ingeniería UNA, que tras varios meses de paro estudiantil y docente logró recuperar su autonomía, sin embargo, la Facultad de Derecho se ha mantenido imbatible ante los vientos de renovación, por más que un sector del estudiantado, todavía minoritario, ha demostrado conciencia y voluntad de luchar por una universidad mejor.
En estos últimos días, sin embargo, se han conocido lamentables episodios protagonizados por un sector dominante del estudiantado de Derecho UNA, que nuevamente ponen en entredicho el tipo de educación que se brinda a los futuros abogados, justamente quienes deberán velar por el respeto y cumplimiento de la ley y la búsqueda de la Justicia.
Un primer caso que generó indignación es el derroche de recursos que promovió la estudiante Alejandra Vera, candidata a presidenta del Centro de Estudiantes de Derecho UNA, con respaldo del movimiento de la ANR vinculado al presidente Horacio Cartes, además hija del ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (ANR), Hugo Vera, que realizó su cierre de campaña con una gran fiesta bailable con barra libre de tragos y cerveza y el sorteo de un auto y un pasaje de ida y vuelta a Camboriú.
La indignación se hizo aun mayor, al trascender que Vera, además de cobrar salario como funcionaria pública, fue beneficiada con una beca para estudiantes insolventes en su facultad, junto a varios otros alumnos que también son funcionarios públicos y operadores políticos.
Pero la situación se volvió más grave cuando, en la noche del martes, seguidores del movimiento de Alejandra Vera agredieron cobardemente a periodistas de Telefuturo y Última Hora, cuando estaban sacando fotos del momento en que introducían bebidas alcohólicas al acto de cierre de campaña electoral de la estudiante. Un caso que ya está en manos de la Justicia y esperamos merezca una eficaz investigación y justa sanción.
La crisis de la Facultad de Derecho UNA debe ser enfrentada y revertida por el sector más digno del propio estudiantado, en busca de una mejor educación, libre de injerencias partidarias, que beneficie a toda la sociedad.