“Solamente están esperando que su corazón deje de latir para entregarme el cuerpo de mi hijo”, lamentó. Explicó a los medios que su hijo no vivía en su casa y que fue la droga lo que lo llevó a protagonizar hechos delictivos.
Aunque aseguró que él mismo le había dicho en algún momento que ya no quería robar, pretendía reformarse. A los 14 años empezó a drogarse y luego a delinquir. Tuvo varias entradas en el Centro Educativo de Itauguá, del cual escapó en abril de 2015. Su madre indicó que el joven escapó porque recibía amenazas de muerte en el lugar.