El escrito contiene propuestas alternativas al pago de tierras y fijación de precios, que fueron notificadas a varios asentamientos; además de casos de sintierras, diferentes gestiones que precisan el finiquito por parte de la institución.
Una de las propuestas presentadas por los labriegos es que el Estado subsidie el 50 por ciento del precio de la tierra, fijada en el momento de su compra por el Indert.
Piden también establecer un programa de producción según las características de cada asentamiento.
Hablan, además, de un canje de la titulación por espacios reforestados con especies nativas y exóticas, bosques protegidos o enriquecidos, a través de un programa de comanejo de los recursos naturales.
Plantean que el ente agrario canalice la compra de productos agropecuarios no perecederos o industrializados de los asentamientos y comunidades campesinas, y que una parte se destine como forma de pago de los lotes agrícolas y otro como incentivo y fomento de la producción de alimentos sanos y de calidad. En cuanto a la situación de las comisiones campesinas, exponen algunos puntos necesarios como la adquisición de tierras, la realización de mensuras y loteamientos, tasación, recuperación de tierras y replanteamiento. Los labriegos esperan una respuesta inmediata de la institución agraria.