Los dirigentes de la Coordinadora manifiestan que hay desinterés por parte del ente rural por no intervenir en unas ocho colonias que, afirman, están siendo usurpadas por no sujetos de la reforma agraria.
Denuncian la destrucción de bosques y reservas naturales y la contaminación de cauces hídricos.
Según la coordinadora, en el Alto Paraná hay unas 12.000 hectáreas del Estado paraguayo que actualmente están en manos de sojeros.
La denuncia ya llegó a la regional del Indert e incluso a la propia cabeza de la institución, Justo Cárdenas; sin embargo, hasta el momento los campesinos nucleados en la coordinadora no recibieron una respuesta favorable.
La nucleación altoparanaense pide incluso la barrida de todos los funcionarios de la regional, considerando la “gran corrupción” que allí impera.
La regional Alto Paraná es una de las más corruptas del Indert, pues varios de sus funcionarios afrontan sumarios administrativos por graves denuncias.
La coordinadora nuclea a 43 comisiones vecinales rurales.