18 abr. 2024

La vieja narcopolítica que hoy nos asusta

Por Miguel H. López – EnTW: @miguelhache

No es que los parlamentarios, los políticos en general, los jueces y fiscales o los ministros de la Corte no supieran que el narcotráfico inficionó las altas esferas del poder. No es que no tuvieran datos o no conocieran casos concretos. No es que ignoraran que esto tan grave estuviera ocurriendo. Lo que está pasando es que son cómplices de todo eso, por acción y por omisión.

La narcopolítica –su presencia en la política y los poderes del Estado– viene desde el gobierno del dictador Stroessner (1954-1989). Una retahíla de protagonistas tuvo –tiene– la inacabada lista de miembros de esta mafia en la dictadura, la transición y en esta suerte de limbo político en el que se encuentra el país. No es un fenómeno nuevo. Acá es más viejo que la democracia.

Por eso resulta hasta insultante la fingida reacción de muchos altos exponentes de los poderes del Estado ante la situación. Lo que las muertes del periodista Pablo Medina y su asistente Antonia Almada provocan es, en realidad, desagradar a las facciones del negocio y exponen inesperadamente la gangrena mafiosa en la República.

Todos sabían de la presencia de personajes y del negocio en los departamentos de Canindeyú, Amambay y Alto Paraná. A nadie es ajeno –incluyendo políticos de oposición– la presencia de millonarios recursos narcos detrás de muchas candidaturas electorales –cada vez más– para cargos en la capital y el interior del país. Tampoco desconocen –ni muchos abogados– lo que pasa en la Justicia con este tema que permea importantes decisiones y persuade a altos funcionarios de la judicatura.

Por eso queda corta, muy corta, la lista ya famosa del senador Giuzzio que acusa de vínculos con el narcotráfico a los diputados Marcial Lezcano, Bernardo Villalba y Freddy D’Ecclessis, además del ex diputado Magdaleno Silva, la parlasuriana Concepción Cubas y el diputado suplente de Amambay, Carlos Rubén Chicharô Sánchez Garcete. Hasta parecería un chivo expiatorio para dar la sensación de que se quiere enfrentar el mal para luego no cambiar el fondo del asunto. Si fuera interés genuino combatir y desterrar el problema, ya hubiéramos visto resultados. A Medina lo liquidaron hace más de un mes y no hay avances reales.

En estos días el ex presidente de Guatemala, Álvaro Colom Caballeros, vino a Paraguay y dijo: “El primer paso para que un país no sea narco es que el presidente no sea narco”. Si miramos nuestra historia reciente no encontraremos buenas señales al respecto.

La narcopolítica es una vieja conocida de nuestras autoridades. Tanto, que muchas fueron a la cama con ella...

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.