Una intensa lluvia llegó aproximadamente a las 21:00 del miércoles a la Villa Serrana. Parecía que la intención del temporal era menguar la emoción de los fieles que llegaron desde todo el país, pero la fe pudo más.
Desde el departamento de presa del santuario confirmaron que si la lluvia no paraba a las 0:00, la tradicional explosión de fuegos artificiales este año no se realizarían.
Lo que muchos consideraron un milagro, fue que justo a las 23:57 escampó y el cielo permaneció sin lluvias exactamente hasta las 0:10, cuando los fuegos artificiales ya dejaron a todos los feligreses con la boca abierta.
Los fieles de la virgencita azul que antes de la medianoche se mostraban un tanto apagados, recobraron la vida con este espectáculo que se repite todos los años gracias a la promesa que paga una familia: los fuegos pirotécnicos corren siempre por su cuenta.