Transcurrió más de la mitad del año y la tendencia en la reducción del procesamiento del grano se repite mes tras mes, lo que indica que el 2017 se cerraría incluso con niveles por debajo de los registrados en el 2016.
Según el último boletín emitido por la organización, se superaron las dos millones de toneladas de oleaginosas procesadas en los primeros siete meses del año (ver infografía).
No obstante, este valor representa una caída del 6,1% en comparación con el mismo periodo, pero del año pasado.
Así también, la obtención de subproductos de la soja (aceite, harina y cascarilla de soja) registra una reducción mayor a la de la molienda en general (procesamiento), con una caída de 151.125 toneladas.
Lo anterior tiene relación con la pérdida de calidad proteica del poroto de soja, situación que ya genera preocupación a lo largo de la cadena, según el boletín de Cappro.
Esto a su vez se relaciona con las dificultades que se tuvieron a mitad de año, con las heladas y las lluvias que afectaron a toda la agricultura.
MOTIVOS. El mismo informe de la organización explica los otros motivos del retroceso en el procesamiento de la oleaginosa, además de la calidad del grano.
Por un lado, destaca que las distorsiones que generan incentivos para exportar en estado natural se mantienen, con lo que ni siquiera el aumento de la oferta disponible de materia prima generó un impulso en la molienda.
A lo anterior se deben agregar situaciones políticas, como la inestabilidad generada a partir del tratamiento de posibles modificaciones en el impuesto para el sector sojero. Esto “genera un clima poco favorable para los negocios y desalienta la aparición de nuevas inversiones en el sector”, indica Cappro.
Así también la organización reclama nuevamente “el diseño de una política de Estado que ayude a generar las condiciones necesarias para la consolidación de la molienda”.
La falta de incentivo a la industria se puede ver en los números. Más de 6,33 millones de toneladas de soja y derivados fueron exportados hasta el mes de julio de este año, de los cuales el 73% corresponde a granos de soja en estado natural, según datos oficiales. Los derivados de soja inclusive tuvieron una reducción en la participación.