El porcentaje de fabricantes que invirtió en Brasil el año pasado fue 26 puntos porcentuales inferior al de 2010 (93 %), primer año en que fue realizado el sondeo, y siete puntos porcentuales inferior al de 2015 (74 %), que era hasta ahora el más bajo, según la encuesta de la patronal de los industriales.
De acuerdo con el sondeo, que consultó entre noviembre y diciembre a los directores de 584 industrias con más de 250 empleados, de los empresarios que pretendían invertir en 2016, tan solo un 40 % lo hizo como lo había planeado.
Otro 41 % invirtió menos de lo que proyectaba, 9 % aplazó las inversiones para el próximo año y 10 % canceló sus planes de inversión.
La Confederación atribuyó la caída de las inversiones a la grave recesión que enfrenta Brasil y dijo que los industriales se abstienen de invertir “presionados por la incertidumbre económica, la elevada ociosidad de sus fábricas y el alto costo del crédito”.
Los propios industriales mencionan la crisis al explicar su reducida inversión. El 80 % atribuyó la reducción de la inversión a la incertidumbre económica, un 54 % a la necesidad de revisar la demanda y ante la elevada ociosidad de sus capacidad instalada y un 39 % al alto costo del crédito.
La economía brasileña se retrajo un 3,8 % en 2015, su peor resultado en 25 años, y, según las últimas proyecciones, encogió otro 3,5 % en 2016. Brasil, según estos datos, encadenó dos años consecutivos de crecimiento negativo, algo que no ocurría desde la década de 1930.
“Y no hay previsión de que este escenario cambie este año. El porcentaje de empresas que pretende invertir en 2017 es del 67 %", según un comunicado de la CNI.
Los economistas del mercado prevén una ligera recuperación económica de Brasil este año, para cuando esperan un crecimiento del 0,49 %.
Según el sondeo, de las empresas que invirtieron el año pasado, un 64 % lo hizo en proyectos ya en marcha y un 36 % en nuevos proyectos.
Entre los que invirtieron en 2016, un 38 % dijo que lo hizo buscando una mejoría de sus procesos productivos, un 18 % para introducir nuevos productos y un 3 % para cambiar su proceso productivo.
Entre los que planean invertir este año, tan solo un 21 % lo hará para elevar su capacidad productiva.