Detrás de todas las organizaciones para que todo esté a punto, una religiosa de la congregación Misioneras Catequistas de Cristo Rey se encargó del detalle más significativo para el gran agasajo; vestir a la Virgen, cuya imagen original saldrá durante la misa central del 8 de diciembre.
Con un andar pausado y semblante tranquilo, a sus 82 años, la hermana Anacleta Isasi sigue siendo la encargada de colocar los vestuarios a la Virgen de Caacupé, como una tradición cada vez que llegan las festividades de diciembre.
Desde semanas pasadas, la religiosa iba alistando los miriñaques, armazones que lleva bajo el vestido, mientras aguardaba los vestuarios principales que generalmente son donaciones; como la falda, la blusa, el escapulario que cuelga al costado de la pollera y la capa azul.
“Es una bendición que Dios me dio. La visto con la ayuda de las hermanas. Para iniciar realizamos unas oraciones y luego empezamos a cubrirla”, relata Anacleta.
La hermana envuelve con los atuendos más elegantes a las cuatro imágenes de la Santa Madre que existen en Caacupé; la original, que data de tiempos del indio José, que está de forma permanente en la Basílica; la peregrina, la más conocida en las procesiones y la que se expone en la misa central del 8 de diciembre.
La tercera se encuentra en la capilla del subsuelo de la casa de la Virgen y la cuarta en la antigua iglesia del Tupãsy Ykua.
ORIGINAL, A LAS 6.00. Este año la Virgen original saldrá para la misa del 8 de diciembre en el marco de la visita del cardenal Luis Héctor Villalba, arzobispo emérito de Tucumán, Argentina.
Solo será para la celebración que oficiará Villalba, a las 6.00, luego volverá a su lugar. Ese día el tema central será María: mujer, discípula y madre que camina con los jóvenes. La segunda celebración se realizará a las 19.00 y estará presidida por el Pbro. Bonifacio Romero, rector del Santuario Perpetuo Socorro.