Chile se impuso a Argentina en la tanda de penales de la final de la competición y levantó por primera vez en su historia esta competición.
En el autobús, los futbolistas llevaban el trofeo conquistado como locales y portaban banderas del país, al tiempo que entonaban cánticos y mostraban su satisfacción ante los seguidores, que flanqueaban el vehículo a lo largo de todo el recorrido.
A la espera del autobús, ante el palacio de La Moneda, en la Plaza de la Constitución, también se agolpaban los aficionados para esperar a los vencedores.
Los balcones de La Moneda estaban engalanados y antes de abandonar el estadio, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ya había anunciado que allí iba a recibir al equipo. EFE