“En América Latina muchas veces los presidentes desde el poder quieren ir a la reelección y eso les genera ventajas de cancha inclinada, es decir, que el que está en el poder tiene más probabilidades de ganar, por estar en el poder; entonces, la reelección debe estar acompañada de medidas de cancha pareja, o sea que no por estar en el poder metas más goles que los otros”, señaló la investigadora.
Procesos. La experta se mostró de acuerdo con la reelección como figura, pero mediante un proceso de reforma constitucional en tiempos no electorales. La misma dio ayer una conferencia magistral ante los representantes de los países miembros de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), donde también tocó el tema de la reelección.
“El tema de la reelección es un fenómeno en América Latina; hemos hablado de eso en el sentido de que ha habido una tendencia reeleccionista y reformar las reglas para generar más opciones de reelección. Yo soy un bicho raro porque creo que la reelección, en su justa medida y tomándolo como un incentivo para mejorar la calidad de los políticos, es buena para la democracia”, señaló.
Habló de los modelos de reelección que podrían ser más prácticos y señaló que la mayoría de los países incluyó esta figura a través de la reforma constitucional.
“Yo creo que la reelección, si no es una reelección eterna, si no es una reelección inmediata, con unos cortos plazos, permite la profesionalización de la política. Creo que en ese sentido mejora la calidad de nuestra política”, dijo.
Opinó que América Latina va volviéndose más democrática a partir de la propia crítica ciudadana, y que las propias redes sociales han cambiado hoy en día la manera de vincularnos con la política y de generar espacios de opinión y participación.