Juan Carlos Baruja, mano derecha del presidente Horacio Cartes, en su rol de ministro asesor contra la pobreza, con bombos y platillos venía sosteniendo que “800 productores se han convertido en proveedores del Estado. Sin intermediación, venden sus productos a los gobiernos locales”. Las investigaciones de este diario solo identificaron a 6 adjudicados en el departamento donde él mismo radica y 35 en el Departamento de Misiones, en su mayoría intermediarios.
Propaganda. La propaganda del éxito del plan piloto de parte del ministro asesor contra la pobreza incluso adelanta que el próximo año “las compras directas” se duplicarán. Es decir, que llegarán a USD 8 millones, ya que el presupuesto 2014 es de USD 4 millones.
Sin embargo, la publicidad del Gobierno, que tiene a un nutrido equipo interinstitucional desplegado en la implementación del programa, choca con una dura realidad, según lo confirmado por ÚH. Intermediarios disfrazados de agricultores, o productores adjudicados con volúmenes y variedades que escapan a su capacidad de provisión, revelan que el plan no es tan eficaz contra la pobreza.
Para desilusión de muchos productores reales excluidos, como 800 de Ybytimi, o como el caso de Iluminado Escobar de Quiindy, falló el equipo conformado por el ministro de Agricultura, de Planificación, de Hacienda, por Contrataciones Públicas, bajo el soporte del ministro de la Pobreza y la administración del gobernador de Paraguarí. Los agricultores terminaron vendiendo lo que producen en las ferias de la zona, o cuando arrecia la cosecha buscan obligadamente ofertar en el Abasto de Asunción.
Mientras tanto, las respuestas de los responsables del plan, como el ministro José Molinas, hablan de errores que se tienen corregir en el marco de un plan piloto.