El acto de quema de drogas se hizo en la base de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía Nacional (DIROES), en el distrito de Ate, en presencia del ministro del Interior, José Luis Pérez Guadalupe.
Del total de 7,6 toneladas de droga incineradas hoy, 2,6 toneladas corresponden a pasta básica de cocaína; 2,8 toneladas a clorhidrato de cocaína; y 1,8 toneladas a marihuana.
Unos 400 kilos están conformados por alcaloide y látex de opio, y clorhidrato de heroína, indicó el ministerio.
El ministro peruano señaló que durante el año pasado la labor policial y la tarea de erradicación de 35.000 hectáreas de hoja de coca, el insumo de la cocaína, fue “fundamental”.
“Este es el colofón de toda una labor de incautación que ha dado como resultado 33 toneladas más de droga destruida en comparación con el quinquenio anterior”, afirmó Pérez Guadalupe.
El titular del Interior agregó que la ley de interdicción aérea ha permitido una significativa disminución de la salida de avionetas con destino a Bolivia y a Brasil, lo que implica que las mafias del narcotráfico intenten sacar la droga por los puertos, donde la Policía ha fortalecido su labor de inteligencia.
La Dirección Antidrogas (Dirandro) de la Policía Nacional de Perú (PNP) se ha incautado de 27 toneladas de drogas en diferentes operaciones realizadas en lo que va de este año, informó Pérez Guadalupe el sábado último.
En la última de esas operaciones, el sábado pasado, se incautaron 491 kilos de cocaína que habían sido camuflados en trece maletas colocadas dentro de un contenedor que iba a ser embarcado en el puerto limeño del Callao rumbo a Bélgica.