La aparición de dos fuentes importantes que colaboraron con los agentes permitió que el caso prácticamente se esclarezca, según los datos.
Desde un principio, se manejó la hipótesis de una venganza contra el padre de la víctima, Ramón Peralta, quien el pasado Viernes Santo sorprendió a Gómez y otro familiar cometiendo abigeato en la estancia La Calmita, en donde se desempeña como capataz. Allí, además de recibir golpes de parte de Peralta, este los habría obligado a cavar una fosa en donde supuestamente los iban enterrar por cometer el hecho. Pero aquello no pasó de una presión psicológica que hizo el padre de la menor para asustar a Gómez y su cómplice, quienes fueron liberados posteriormente.
Quien sí cumplió aparentemente fue Gómez, quien habría ultimado a la niña de un golpe certero en la cabeza con un palo de 3 kilos y 80 centímetros de largo, según Criminalística. El siniestro plan lo llevó a cabo utilizando a otra menor, a quien convenció para llevar a la víctima hasta las inmediaciones de su escuela, la número 3102 Doctor Félix Salmena. El recado era que un chico a quien la niña conocía deseaba hablar con ella. Bajo este engaño, aparentemente Gómez consiguió que el pasado lunes, la estudiante de sexto grado acudiera al sitio, que dista a unos 200 metros de la escuela, en donde fue finalmente hallada muerta a consecuencia del golpe que recibió en la cabeza y que le produjo un hundimiento de cráneo.
Gómez, el día del crimen, fue visto en la institución, lo que llamó la atención, ya que no era usual que esté por ahí. La Policía lo demoró para las averiguaciones, teniendo en cuenta el episodio que protagonizó el joven con el padre de la niña. Sin embargo, la Fiscalía lo liberó y ahora resulta que un vecino declaró que el prófugo confesó el hecho y argumentó que fue en venganza. Los agentes prepararon el allanamiento ayer, en horas de la madrugada, de la casa de Gómez, que dista a unos 300 metros de la escena del crimen, pero encontraron que la familia del sospechoso ya esperaba a la comitiva investigadora.
El comisario William Giménez, jefe de Orden y Seguridad de la Jefatura de Caaguazú, dijo que existen elementos y versiones de testigos que incriminan a Gómez, hoy fuga, “facilitada”, como se ha dicho, por Lilio Cardozo.