“No vamos a caer en ese juego de darle tiempo, largas para buscar excusas tras excusas para poder dar respuesta al pueblo, nosotros no vamos aceptar eso”, dijo Ocariz en nombre del partido Primero Justicia (PJ), que es parte de los cuatro partidos de la MUD que representan a la oposición en las conversaciones.
El diálogo político que se inició en Venezuela hace poco más de un mes llegó a una fase de revisión con miras a un relanzamiento a principios del 2017, luego de que los opositores se negaran ayer a volver a la mesa hasta que el Gobierno no cumpliera con sus demandas.
La oposición viene exigiendo en las últimas semanas que el grupo de expresidentes que actúa en nombre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), junto al Vaticano, como mediadores, pidan al Gobierno que cumpla con los acuerdos alcanzados en las dos plenarias celebradas en poco más de un mes.
Ocariz ha dicho esta vez que “el diálogo tiene que ser con resultados, no solamente hablar por hablar” y cuestionó “los tiempos políticos de los representantes de Unasur” que, dijo, “pareciera que son distintos que los tiempos del pueblo que está pasando hambre”.
La MUD ha explicado que esta posición no supone el abandono definitivo del diálogo, pero sí que la alianza no volverá a las conversaciones hasta que no se cumplan los compromisos.
“Si hay acuerdos se tienen que cumplir, si hay acuerdos asistiremos a cualquier evento, si no hay que se olviden”, dijo Ocariz al tiempo que indicó que esta posición es ya conocida por el presidente de Unasur, Ernesto Samper, y los expresidentes mediadores.
Esto significa que “no aprobamos ni estamos de acuerdo en ninguna fecha”, ni siquiera el 13 de enero, día en el que fue anunciada la próxima plenaria de delegados, pero en la que la MUD no participará “hasta que no cumplan con lo acordado”, insistió.
Los reclamos de los opositores giran alrededor de la fijación de un cronograma electoral para elegir los principales cargos del país, la apertura de un canal humanitario para aliviar la crisis de alimentos y medicinas, y la liberación de un grupo de detenidos que consideran “presos políticos”.
