Con una resolución adoptada por unanimidad, el Consejo de Seguridad dio luz verde al mantenimiento de la operación, conocida como Amisom, con un máximo de más de 22.000 uniformados.
Según el texto, el objetivo estratégico fundamental de la misión debe ser reducir la amenaza planteada por Al Shabab y otros grupos armados, aunque entre sus funciones aparecen también tareas como facilitar la reconciliación y la estabilización de Somalia.
La resolución establece que la Amisom debe ceder gradualmente las responsabilidades de seguridad a las fuerzas somalís conforme vayan estando preparadas para asumir esas tareas.
En los últimos meses, los yihadistas han lanzado varios ataques similares contra bases militares de Amisom en territorio somalí y han asesinado a centenares de soldados de Kenia, Burundi, Uganda y Etiopía.
La milicia islamista Al Shabab anunció en 2012 su adhesión formal a Al Qaeda y su lucha por instaurar un Estado islámico de corte wahabí en Somalia, donde controla grandes extensiones de territorio en el sur y el centro del país.
Somalia vive en un estado de guerra civil y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un Gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas, caudillos tribales y bandas de delincuentes armados.