“Hemos hecho todo lo que hemos podido para ser lo más austeros posible, para ajustarnos”, explicó el jefe de las operaciones de paz, Hervé Ladsous, en su última conferencia de prensa en el cargo.
El diplomático, nombrado en 2011, dejará en abril el cargo a su compatriota Jean-Pierre Lacroix.
Ladsous recordó que en los últimos años Naciones Unidas ya ha reducido el presupuesto de sus misiones (hasta 7.870 millones de dólares en el último ejercicio) y que ese coste representa únicamente el 0,4 % del total del gasto militar en el mundo.
“Tenemos que ser conscientes de que ningún ejército ha hecho lo que la ONU ha hecho durante los últimos seis años”, defendió.
Según Ladsous, la ONU ha logrado reducir en un 16 % el coste por “casco azul” y varios estudios han mostrado que una operación de paz gestionada por la organización cuesta aproximadamente la cuarta parte de lo que costaría la misma operación llevada a cabo por una potencia occidental.
Estados Unidos, que es el principal contribuyente de las misiones de la ONU y que financia actualmente un 28,5 % del presupuesto total, ha dejado clara su intención de reducir su participación desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Por lo pronto, EE.UU. ya ha expresado su voluntad de no pagar más de un 25 % del presupuesto de los “cascos azules” y ha anunciado que está analizando cada misión para ver dónde pueden aplicarse recortes.
Aunque no quiso responder directamente sobre EE.UU., Ladsous recordó que hay dos operaciones, en Costa de Marfil y en Liberia, que van a cerrarse, y otra, Haití, que también lo hará muy probablemente.
“Sólo eso ahorrará varios millones de dólares”, apuntó el responsable de la ONU, que aseguró que la organización está siempre lista para ofrecer reducciones de coste donde sea posible.
Haciendo balance, Ladsous hizo hincapié en las grandes expectativas que hay siempre para las labores de mantenimiento de la paz y recordó que su tarea principal, proteger a los civiles, es muy compleja.
“No podemos tener a un pacificador detrás de cada ciudadano”, señaló, admitiendo que ha habido “fracasos”, pero pidiendo también que se tenga en cuenta todas las vidas que los “cascos azules” han salvado con su labor en países como Sudán del Sur.
Además, recordó las difíciles situaciones con las que se ha enfrentado durante su mandato, por ejemplo en Mali o la República Centroafricana, donde no había “una paz que mantener” y durante mucho tiempo se operó en conflictos sin una solución política a la vista.
