En un comunicado, la oficina de Coordinación de la Ayuda Humanitaria de la ONU (OCHA) en el Yemen aseveró que “cualquier campaña militar en las zonas aledañas al puerto tendrá consecuencias destructivas contra los civiles”.
Los rebeldes hutíes, aliados de Irán, controlan la provincia de Al Hudeida, en el oeste del país, en el que se encuentra el puerto principal por donde entra el 80 por ciento de los productos alimentarios, y que se dirigen también a la zona del norte y oeste del Yemen.
El comunicado agregó que el hecho de mandar camiones de ayuda de forma provisional a un puerto alternativo, como el de Adén, en el sur del país y dominado por el Gobierno, es una “cuestión inimaginable, sobre todo, en medio de una guerra que ha desgarrado al país”.
La ONU pidió a las partes del conflicto que garanticen el funcionamiento del puerto de Al Hudeida, que constituye la principal salida a las aguas del mar Rojo, y subrayó que “cualquier cambio en las importaciones comerciales de este puerto tendrá consecuencias graves en el país”, en un momento en el que el Yemen se enfrenta a una crisis aguda en la alimentación y la sanidad.
Asimismo, consideró que convertir en zonas militares las partes occidentales del país, por donde entra la ayuda humanitaria, puede suponer un “aumento de obstáculos en la llegada de dicha ayuda y la restricción de movimiento de los habitantes”.
Fuerzas leales al Gobierno yemení -reconocido internacionalmente- del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi se están preparando para irrumpir en Al Hudeida desde el norte y el sur, con el apoyo de la aviación de la coalición.
El Yemen se encuentra sumido en un conflicto armado desde el pasado septiembre cuando los hutíes se levantaron en armas contra el presidente Hadi, que vive exiliado en Riad.
