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Los artistas de la música buscan medios para estar cada vez más cerca de su público, con lo cual no solo se hacen conocer, sino también difunden el género que desean, “sin restricciones” –según comentan–, y se proyectan ante círculos de consumidores diversos a los habituales. Esto sucede tanto en calle Palma como sobre Estrella.
En ese sentido, Jazz a la calle y a la gorra-Paraguay, y los recitales de la banda The Walkers, en la denominada Esquina del Blues, ya son un clásico de los domingos en el centro de Asunción y hoy ambos espectáculos esperan a su público.
Estos shows callejeros van ganando espacio en nuestra capital, sumándose a la tendencia mundial, donde es común ver este tipo de espectáculos en las esquinas y a cualquier hora. El show Jazz a la calle y a la gorra se inició un 15 de junio de 2014.
“Esto surgió a raíz de dos cosas, por un lado porque no teníamos muchas opciones de locales donde poder tocar jazz de la forma en que queríamos, sin cumplir requisitos de repertorio y ese tipo de cosas, y por otro, porque queríamos difundir un poco más el género, además de mostrar lo que estamos haciendo los músicos de jazz de Asunción”, comenta el batero Seba Ramírez, de Jazz a la calle.
El espectáculo se realiza todos los domingos a las 19.00 en Palma y Chile, en diagonal al Lido Bar, siempre que el clima permita. “Ocasionalmente la gente nos suele contactar y así llegan a surgir conciertos en otros lugares, a veces públicos y otros privados”, dice Ramírez.
El que inició la movida fue Nicolás Cañete, contrabajista que actualmente vive en Madrid. “Los que tratamos de continuar este encuentro en la calle y estamos con más frecuencia somos Gustavo Viera en guitarra, Bruno Muñoz en saxo, Chino Corvalán en bajo y yo, en batería”, dice Seba. Todos ellos son profesionales e incluso docentes de música.
Igualmente, en este proyecto pasaron varios invitados, entre ellos José Villamayor, Aharon Emery, Ariel Burgos, Marcelo Ortigoza, David Rodríguez, Tato Zilly, Juanpa Giménez, Andrés Román, Giovanni Primerano, Víctor Morel, Josías Montanía, Toti Morel, Celso Joabe, Pablo Selnik, Alejandro Cabrera, y otros.
El objetivo, aseguran, es difundir el estilo, hacer conocer a la gente que no tiene idea de qué es el jazz y promocionar los conciertos que los profesionales realizan de forma independiente. “Además, queremos llevar música a la gente que no tiene los recursos para pagar una entrada de un concierto”, agregan los chicos, quienes dicen que esto es un aporte para “incentivar una sociedad más culta y abierta a conocer distintas expresiones artísticas”.
THE WALKERS. Motivados por los jazzeros, los bluseros de la banda The Walkers se sumaron al fenómeno. “Nosotros iniciamos como banda hace dos meses y realizamos estos conciertos (en la calle), porque queríamos darnos a conocer, difundir el blues, que tanto nos gusta tocar, y a la par generar un aporte a un lugar que nos gusta mucho, que es el centro de Asunción”, explica Valeriano Romero, mánager de la banda, integrada por Néstor López como vocalista, Daniel Barreto en la guitarra, Andrés Román en el bajo y el baterista Walter Rodríguez.
The Walker se presenta todos los domingos de 20.30 a 22.30 en La Esquina del Blues, en Estrella y Alberdi, frente a El Bolsi. “Presentamos una nota a la Secretaría de Cultura para que se llame oficialmente al lugar La Esquina del Blues, ya que nuestra idea es quedarnos siempre en este lugar”, comentan los chicos, que –obviamente– tienen un nuevo recital esta noche en ese lugar.
Para ambos grupos, el público va variando y en crecimiento. El flujo de personas se intensifican los feriados y fechas festivas. “Nuestro público en inicio era algo así como 100 seguidores, empezamos a hacer fusiones con otras bandas, que también llevaron a su público, y ahora tenemos en promedio el doble de personas por domingo”, cuenta entusiasmado Romero, al tiempo de agregar que la receptividad es muy buena. “El blues es un género que gusta mucho a personas de todas las edades, y como el sonido no es muy estridente se puede hablar y disfrutar de la música a la vez”, dice Romero.
Como están frente a El Bolsi, la gente que está en el restaurante se prende al concierto y en otras ocasiones su propio público va al local y toma los mejores espacios para disfrutar del blues cómodamente sentados.
“Con esta iniciativa cultural, lo que tratamos de hacer también es dar vida al centro los domingos y constituirnos como una opción para toda la familia”, cuenta Romero.