Según Penderecki, que inaugura hoy el V Festival Internacional de Música Sacra (FMS), “muchas personas jóvenes en este momento están más interesados en el jazz o en el pop, pero en Europa muchos de ellos todavía asisten a conciertos de música clásica especialmente en Alemania y Polonia”.
Penderecki, que tiene también una influencia del jazz en su formación, es el invitado especial para dirigir la Orquesta Filarmónica de Bogotá en el concierto inaugural del festival bogotano.
La programación inaugural incluye la “Sinfonía de Navidad”, “El despertar de Jacob” y el “Concierto para piano Resurrección”, compuesto en honor a las víctimas del atentado del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos y cuya ejecución está a cargo de la pianista lituana Muza Rubackyte.
El Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá, creado en 2012, celebra su quinta edición desde hoy hasta el próximo 2 de octubre con la participación de artistas de más de diez países, entre los que se encuentran Rusia, Polonia, Lituania, España, Francia, Corea del Sur, Argentina, Estados Unidos, México, Italia, Sudáfrica y Colombia.
El maestro polaco es considerado uno de los compositores vivos más importantes de música sacra en el mundo y algunas de sus composiciones, como “El Réquiem Polaco” y “Polymorphia”, han sido utilizadas en las bandas sonoras de películas como “El exorcista” y “El resplandor”.
“Polymorphia en un claro ejemplo de la música abstracta con sonidos muy distintos y particulares. Esta pieza marcó el inicio de mi carrera hacia lo ‘avant-garde’, ser más vanguardista con mis composiciones”, manifestó Penderecki.
La música sacra nació en Europa durante la Edad Media como una expresión musical que hacía parte de los ritos cristianos de la época, sin embargo, por su extensión también fue utilizada en diferentes manifestaciones musicales religiosas de otros pueblos.
La primera visita que hizo Penderecki a Colombia fue hace unos años en una gira con la Orquesta Nacional de Lituania, pero ha estado otras veces en Latinoamérica, donde ha colaborado con músicos de Argentina y Perú.
“En la década de los años 60 me reuní con varios directores y músicos en Buenos Aires y Lima, puedo decir que he visto cómo se ha desarrollado la música en el continente”, añadió.
Penderecki tuvo su primer acercamiento a la música clásica tomando clases de violín y comenzó a componer desde que tenía 20 años para de alguna manera olvidar las heridas que dejó la Segunda Guerra Mundial en su país, devastado por la ocupación de la Alemania nazi.
“La mayor influencia que tuve al comienzo de mi carrera musical fue el importante guitarrista de jazz John Greenwood, con quien toqué por primera vez ese género en un escenario durante una gira por Londres, Polonia y Rusia”, puntualizó.
Penderecki se refirió además a los años más fuertes del comunismo en Polonia porque “la música estaba prohibida” y fue un momento muy difícil para los artistas de la época.
“Yo hice lo que pude en esos momentos tan oscuros que se vivieron, pero la música me dio a mí y a mis colegas una razón para continuar”, enfatizó.
Según el maestro polaco, el propósito de la música para un compositor es “unir a la sociedad” y por eso escribió “La pasión según San Lucas” para transmitir un mensaje de unión al mundo, concluyó.
Por Valery Rico González
