Perú dirigirá por primera vez esta comisión en el trienio 2016-2019 y aunque cambie el Gobierno peruano el próximo 28 de julio, su país “no bajará su tendencia de seguir con políticas de género porque este cargo hace que nuestra responsabilidad sea más fuerte”, aseguró Huaita.
La ministra, en el puesto desde enero de 2015, es abogada de profesión y especialista en defensa a mujeres desde hace veinticinco años en el ámbito privado.
Huaita, que reemplaza en la CIM a la costarricense Alejandra Mora, habló del enfoque económico que tendrá este órgano (fundado en 1928) en el periodo en el que Perú lo encabezará.
La autonomía y el empoderamiento económico de las mujeres son dos de los elementos tratados en la XXXVII Asamblea de Delegadas de la CIM celebrada esta semana en Lima y Huaita subrayó que según los datos que manejan “las mujeres emprenden sin la formación necesaria para que sus productos sean llamativos al mercado”.
La ministra incidió en que muchas de las mujeres que emprenden en la región “tienen que hacerlo porque deben que alimentar a sus familias” y eso hace que estén en el microemprendimiento” por supervivencia y es una tarea que estamos tratando de revertir”, explicó.
Dijo además que muchas actividades de emprendedoras “tienen que ver con la extensión de labores que se hacen en casa como cocinar y no con una formación” y que existe una alta representación de la mujer en la pequeña y mediana empresa, que disminuye a medida que sube la categoría empresarial.
“Las mujeres estamos educadas, podemos producir y no tenemos que quedarnos en la informalidad sino que tenemos que aspirar a ser una parte económicamente activa en las mejores condiciones”, recalcó.
Huaita también explicó que a pesar de algunos avances en cuestiones de género, “las mujeres seguimos desarrollando buena parte del trabajo en el ámbito doméstico” y por eso, estos trabajos “deben tener un reconocimiento” y tanto el Estado como las empresas deben “ayudar a asumir roles de equidad en el reparto de tareas”.
Otro de los desafíos que la ministra mencionó es la creación de “un sistema de indicadores (muerte materna, embarazo adolescente y feminicidios) que den cuenta de los avances en estas políticas en la zona”.
Huaita dijo que la propuesta de varios colectivos civiles por una “Campaña por una Convención Interamericana por los Derechos sexuales y Derechos Reproductivos” es “interesante” pero “un proceso de larga data”.
La ministra, que también ha hecho trabajos intermitentes en el sector público como asesora de la Comisión de la Mujer del Congreso de Perú en 1996 y como invitada en el gabinete de asesores en la Presidencia del Consejo de Ministros, habló sobre el embarazo adolescente en Perú, un desafío de su gabinete.
Aunque en el país andino ha “mejorado mucho la adecuación cultural del parto y hemos adaptado las formas tradicionales de como las mujeres dan a luz en zonas rurales, el embarazo adolescente es un reto”.
En las gestaciones en jóvenes, “hay una problemática diversa porque en las áreas rurales se promueve que las adolescentes formen familia temprano y en las zonas urbanas hay un inicio sexual prematuro que puede terminar en embarazo si no tienen mucha información”, lamentó.
Además, “la continuidad educativa en adolescentes embarazadas es compleja y hace falta tomar más medidas para evitar el abandono escolar”, aseveró.
Para estos casos, según Huaita, las políticas son multisectoriales, por eso “no solamente tenemos que contar con el sistema de salud sino con el educativo y con la prevención de la violencia”.
María Clara Montoya
