En las principales calles y avenidas de las ciudades del área metropolitana, el escenario era el mismo: hombres y mujeres con pilotines o paraguas ofreciendo las palmas con ruda, romero y siemprevive a los transeúntes y automovilistas.
Doña Cristina Amarilla, una de las vendedoras, dijo que hasta la tarde de hoy la venta de pindo se extiende en todo el país, porque las personas siempre hacen sus compras a última hora.
Los niños también salieron a vender este entramado de hojas y plantas medicinales bajo los distintos semáforos.
El pindo se vende a partir de G. 3.000 y los hay de todas las formas y tamaños. La escasez de esta hoja de palmera y el aumento de precio de los remedios yuyos inciden este año en el costo del pindo, sin embargo, la gente se lo lleva a casa igual. Con la bendición de palmas, que simboliza la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, los católicos rememoran la semana más sacra de su calendario religioso.