Efectivos de la Guardia Costera a bordo del navío Charles Davis Jr. repatriaron el pasado sábado a Bahía de Cabañas (Cuba) a 58 inmigrantes cubanos y a otros 45 este lunes, informaron los guardacostas en un comunicado.
Estas repatriaciones son el resultado de diez operaciones diferentes realizadas desde el pasado 17 de junio en aguas del Estrecho de Florida.
Uno de los cubanos repatriados se había disparado con un arma de fuego en la espalda, por lo que, antes de ser devuelto a la isla caribeña, fue “rescatado y tratado de sus heridas”, resaltaron los guardacostas.
“La seguridad de la vida en el mar sigue siendo la principal preocupación de la Guardia Costera”, señaló Mark Gordon, jefe del Distrito Séptimo de esta institución.
Gordon advirtió del “aumento de los actos extremos” como el del cubano que se infligió heridas en la espalda con un arma de fuego, lo que “incrementa -subrayó- el peligro tanto para los inmigrantes como nuestros equipos de la Guardia Costera”.
Se trata, dijo, de “inmigrantes ilegales a bordo de embarcaciones sobrecargadas y no aptas para navegar, que ponen sus vidas en grave riesgo de lesión y muerte”.
Desde el pasado 1 de octubre, cuando comenzó el actual año fiscal, un total de 4.807 cubanos han intentado llegar ilegalmente por mar a Estados Unidos. Cifra que supera los 4.473 que lo trataron de hacer en todo el año fiscal 2015 por la misma vía.
El temor a perder los privilegios migratorios y las escasas esperanzas de un cambio real a corto plazo en Cuba están provocando desde 2015 un incremento notable de la inmigración cubana hacia Estados Unidos.
La Ley de Ajuste Cubano de 1966 y su política de “pies secos/pies mojados establece que los cubanos que llegan a suelo estadounidense pueden quedarse, mientras que los interceptados en el mar, aunque sea a pocos metros de la orilla, son devueltos a Cuba.
