SAN PEDRO
Los pobladores del barrio San Felipe, segunda línea de la colonia Aguaraymí, límite natural entre los distritos de Nueva Germania y Tacuatí, en el Departamento de San Pedro, ya no saben a dónde recurrir ni qué hacer ante la expansión de las plantaciones de soja y la fumigación sin control de los cultivos que afectan a la población, además de una escuela y los cultivos de autoconsumo de la zona.
Según los pobladores, el cultivo de soja de aproximadamente 100 hectáreas linda con las chacras de unas 50 familias, el sistema de agua potable, la escuela y sería propiedad del establecimiento El Buen Retiro, cuyo propietario sería el ingeniero Eligio Aponte, de la colonia Manitoba, quien trabaja en el lugar, según los denunciantes.
El cultivo incumple todas las leyes ambientales, no cuenta con ninguna barrera de protección y cuando se fumiga, los pobladores deben buscar algún lugar para refugiarse, debido al olor que generan los productos agrotóxicos, que provocan además diarrea y vómitos, especialmente en niños, por lo que piden a las autoridades responsables que solucionen el problema.
Los alumnos de la escuela de esta comunidad sufren los efectos de la fumigación. La institución se encuentra a solo 80 metros del cultivo y los padres denunciaron que el propietario fumiga sin medir las consecuencias, cuando el viento es fuerte y en pleno horario de clases. Muchas veces los alumnos deben retirarse de la institución porque el olor es muy fuerte y provoca mareos, dolores de cabeza y vómito, expresaron los afectados.
Osvaldo Benítez, uno de los afectados, indicó que se perdió gran parte de su cultivo por culpa de la fumigación del sojal, ya que su chacra linda con la plantación. “A causa de la fumigación perdí gran parte de mi cultivo de autoconsumo, se secó todo. Este señor no respeta nada, fumiga a cualquier hora y no tiene ninguna barrera de protección. Alrededor de 50 vecinos somos los afectados y queremos que las autoridades del medioambiente intervengan”, indicó el vecino.
Se intentó obtener la versión del propietario del inmueble, Eligio Aponte, pero nadie atendió en el establecimiento El Buen Retiro.