Un portavoz del grupo de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) informó el jueves sobre el hallazgo de seis fosas con cadáveres, de las cuales en cinco de ellas había restos humanos y una más estaba vacía y “lista para usarse”.
La Procuraduría General de la República (PGR) recordó que los peritos de la Agencia de Investigación Criminal descubrieron el pasado 4 de octubre seis fosas en la localidad de Pueblo Viejo en el municipio de Iguala, en cinco de las cuales se recuperaron 28 cadáveres mientras que la sexta estaba vacía.
Asimismo, indicó en el rancho La Sierpe, cerca de la misma localidad de Pueblo Viejo, se localizaron otras cuatro fosas, donde se exhumaron otros ocho cadáveres a los que se les han realizado exámenes periciales para determinar su antigüedad, “razón por la cual aún no se puede determinar la relación que guardan con los hechos motivo de esta investigación”.
La PGR añadió que el pasado miércoles a 50 centímetros del mismo sitio donde se habían encontrado las primeras seis fosas, se localizó otra mas donde se encontraron dos cuerpos.
“En resumen, el Gobierno federal a la fecha tiene conocimiento de diez fosas con cadáveres y una vacía”, indicó la Fiscalía en un comunicado emitido anoche.
En suma, según los datos de la PGR en un mismo sitio se hallaron siete fosas con un total de 30 cuerpos, y en otro lugar de la misma localidad, se hallaron otras cuatro fosas con ocho cuerpos que están bajo estudios periciales.
La Fiscalía detalló que se realizaron estudios de los primeros 30 cuerpos, los cuales fueron “cotejados” con las muestras de los familiares de los desaparecidos tomadas por la fiscalía del estado de Guerrero.
Agregó que el grupo de peritos argentinos que participan en la elaboración de dictámenes periciales también continúan con sus estudios periciales “por lo que estamos a la espera de sus resultados”.
La PGR indicó que, respecto al anuncio del grupo de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero sobre el hallazgo de seis nuevas fosas, los peritos de la Agencia de Investigación Criminal constataron que se trata de “las mismas que habían sido localizadas previamente”.
Precisó que sobre los restos encontrados en estas fosas “aun no se cuenta con dictámenes periciales concluyentes que permitan determinar la antigüedad de los cadáveres ahí exhumados” y consecuentemente su relación con los hechos de esta investigación.
La Procuraduría dijo que continuarán trabajando con esta organización para “atender puntualmente cualquier información que pudieran proporcionar y seguir colaborando en esta investigación”.
La noche del pasado 26 de septiembre un grupo de policías municipales dispararon contra estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, por órdenes del entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa, María de los Ángeles Pineda, operadores de Guerreros Unidos y hoy prófugos de la Justicia.
Esa noche murieron seis personas, incluidos tres alumnos de esta escuela dedicada a la formación de maestros y 43 más fueron detenidos por los policías y entregados a un miembro del grupo criminal Guerreros Unidos.
La muerte de las seis personas y la desaparición de 43 estudiantes ha conmocionado a la sociedad mexicana y a la opinión pública mundial que exigen al Gobierno mexicano encontrar a los jóvenes desaparecidos y castigar a los culpables.
La crisis política obligó al gobernador de Guerrero Ángel Aguirre a solicitar su separación del cargo y nombrar a un sustituto, tema que es discutido esta noche por el Congreso de Guerrero.
