A causa de las múltiples investigaciones abiertas contra el terrorismo islamista, “hemos alcanzado la frontera de la capacidad de la Fiscalía Federal”, reconoce el fiscal general, Peter Frank, en una carta a la que ha tenido acceso la publicación alemana.
Esta misiva se envió la semana pasada a los titulares de Justicia de los 16 estados federados de Alemania y al ministro de Justicia alemán, el socialdemócrata Heiko Maas.
Ante esta situación, Frank pidió “encarecidamente” ayuda a la clase política para lograr más fiscales en los estados federados y más jueces.
La lucha contra el terrorismo y la prevención de ataques es una “tarea común” que la Fiscalía Federal “no puede garantizar más sin el apoyo de personal suficiente de los estados federados”, argumenta Frank.
Mientras la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) alemana y los servicios secretos dependen financieramente del Gobierno federal en Berlín, la Fiscalía Federal precisa también del apoyo de los estados federados, según el reparto competencial de la constitución.
Con unos 200 empleados, la Fiscalía Federal se encarga de investigar delitos contra la seguridad interna o externa del país, entre los que se incluyen todos los relacionados con el terrorismo.
El año pasado Alemania sufrió cinco ataques terroristas, de los cuales el mayor fue el perpetrado contra un mercadillo navideño en Berlín, en el que murieron doce personas.
Además, los servicios secretos han apuntado que en 2016 desbarataron siete tramas islamistas para atentar en el país.
