En el primer turno, Stanislas Wawrinka le dio a los helvéticos el primer punto tras derrotar a Jo-Wilfried Tsonga, 6-1, 3-6, 6-3 y 6-2.
Stan lució su soltura en los primeros compases y se puso la serie al hombro y empezó en un gran nivel. Agresivo, con mucha movilidad y punzante, estampó un claro 6-1 en el primer set.
Pero Tsonga no bajó los brazos y ahí encontró su mayor virtud. Aprovechó su momento, firmó un quiebre y mantuvo la distancia -ahora sí- con una buena solidez con su servicio para cerrarlo por 6-3.
En la tercer y cuarto juego, el suizo encontró el camino para apabullar al local y sellar el primer punto de la serie con marcadores de 6-1, 6-3 y 6-2.
VOLVIÓ A LA VIDA. Tras un breve desencanto del público local, por la derrota de Tsonga, volvió la alegría de la mano de Gael Monfils, que contra todo pronóstico, venció en tres sets a Roger Federer, 6-1, 6-4 y 6-3.
Fue el francés el que puso todo en la pista, golpes ganadores y los fallos, ante un indolente suizo, desconocido, apático, a la defensiva, incapaz de marcar el tiempo del duelo, que tuvo un dominador claro y un justo ganador.
Hoy, a las 11.30, es el choque de dobles. En principio las parejas anunciadas son los galos Gasquet y Julien Benneteau y en el conjunto suizo, Michael Lammer y Marco Chiudinelli.