El pasado 17 de noviembre, el fiscal general de El Salvador, Douglas Meléndez, informó que Ana Ligia movió un millón de dólares de una cuenta a su nombre en un banco de Dubái, transacción que “podría tener relación” con la malversación atribuida al exmandatario y por la cual está siendo procesada.
Ante la aseveración del fiscal, la ex primera dama dijo este jueves que ha dado órdenes a sus abogados para que pidan a los jueces solicitar documentos de certificación y comprueben que no tiene, ni ella, ni su familia, cuentas en Dubái, “ni en ningún otro país”.
“Primero se dijo que teníamos bienes cuentas en El Cairo y en Egipto; ahora ya no se habla ni de El Cairo, ni de Egipto, sino que se dice que tenemos cuentas en Dubái, algo que es totalmente falso”, aseveró la esposa de Saca durante una vídeoconferencia brindada en un hotel de la capital salvadoreña.
Ana Ligia, quien no compareció personalmente en la conferencia por sufrir una “crisis nerviosa y migraña”, agregó que “no es justo; no es legal, no es ético, no es humano, ni noble que se mienta tanto (...) nosotros hemos estado siempre dispuestos a que se investigue todo el patrimonio de la familia”.
De acuerdo con Meléndez, la cuenta bancaria a nombre de Ana Ligia de Saca, cuyo esposo permanece preso desde finales de octubre por decisión de la jueza que instruyó la audiencia inicial en su contra, tenía hasta “hace unas semanas” 1,5 millones de dólares.
El titular de la Fiscalía advirtió a la ex primera dama de El Salvador y a Saca (2004-2009) de que “entre más estén moviendo ese dinero, más problemas legales van a tener”.
Durante la audiencia inicial que el expresidente, quien gobernó bajo la bandera de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), afrontó a inicios de noviembre, un fiscal sugirió que Saca tenía cuentas en Dubái, República Dominicana y Costa Rica.
No es la primera vez que la esposa de Saca es relacionada con este proceso, ya que, según la Fiscalía, el expresidente utilizó más de 13.300 dólares de fondos estatales para pagar las deudas de su cónyuge.
Saca y sus exsecretarios privado, de Comunicaciones y de Juventud, Elmer Charlaix, Julio Rank y César Funes, se encuentran en prisión provisional en los calabozos de la División Antinarcóticos de la Policía a la espera de que inicie la etapa de instrucción o investigación judicial.
A ellos se suman Pablo Gómez, Francisco Rodríguez Arteaga y Jorge Alberto Herrera, “colaboradores directos” del exmandatario Saca y aún empleados de la Presidencia, todos arrestados el pasado domingo y que afrontan los cargos de peculado, agrupaciones ilícitas y lavado de dinero.
Según las investigaciones de la Fiscalía “estas personas tenían una estructura dentro de la Presidencia que movió 246 millones de dólares a catorce cuentas personales de Charlaix, Rodríguez y Gómez, de las que posteriormente retiraron 116 millones de dólares en efectivo” y, de ellos, “lavaron 6 millones”.
