La úl
tima Encuesta Continua de Empleo (ECE), de la Secretaría Técnica de Planificación (STP), demostró que el desempleo abierto pasó del 7,6% (primer trimestre de 2016) al 8,4% (primer trimestre de 2017). El presidente del Banco Central del Paraguay (BCP), Carlos Fernández Valdovinos, aseguró que más allá de los números y de comentarios negativos de algunos analistas, hay una evidente mejora en el sector laboral.
Amílcar Ferreira señaló que si se hace un análisis retrospectivo a largo plazo, sí se puede afirmar que hubo mejorías, tanto en el crecimiento del producto interno bruto (PIB), que aumentó cinco veces en quince años; como en la reducción de la pobreza, que pasó de 40% a 20%.
No obstante, explicó que en los últimos 25 años el sector más importante fue el de los agronegocios, gracias el superciclo de los commodities. Este sector por su naturaleza es intensivo en capital, pero no genera gran cantidad de empleo, enfatizó.
“Es cierto, los sectores de agricultura y ganadería generan riqueza, impactan en el PIB, generan ingreso de divisas, pero no necesariamente significa que se están generando empleos. Paraguay crece 150.000 habitantes por año y debería generar esa cantidad de empleos para poder abarcar o incluir a toda su población. El crecimiento se sigue concentrando en los sectores que son intensivos en capital y no en empleo, y por eso es que se da esa contradicción de que crece la economía, pero también el desempleo”, apuntó.
falencias. Ferreira expresó que el bajo nivel educativo tampoco contribuye a que se generen más empleos. Como ejemplo, dijo que Finlandia tiene población y territorio similares a los nuestros, pero su PIB es 10 veces más. Significa que, en promedio, un finés es 10 veces más productivo que un paraguayo y esto tiene que ver con el nivel educativo.
Añadió que las ganas de emprender pueden ser similares en todos los países, aunque la diferencia está en cómo se cristaliza ese emprendedurismo. Si se da con emprendimientos de baja sofisticación o con empresas que tienen mayor capacidad de generación de riquezas. Mientras acá, el estilo de empresas es una lomitería, una playa de autos o una despensa; en Finlandia las pymes se enfocan en la exportación, por lo que la capacidad de generación de riquezas es mayor, ejemplificó.
“La capacidad de generación de riqueza depende de la capacidad de sus habitantes, no hay fórmula mágica. Claramente la educación es un déficit”, comentó.
aparato político. Para el analista, la mala distribución de la riqueza, el desempleo y la pobreza tienen que ser combatidos con planes a corto, mediano y largo plazo, que se concentren en las ayudas sociales, desarrollo de infraestructura y educación, respectivamente. Aseguró que hoy el aparato político y burocrático le sale demasiado caro a la economía. Entre un 70 y 80% de los impuestos que se recaudan van a gastos corrientes, por lo que indudablemente se descontroló el gasto, precisó.
Si hubiera una mejor utilización de esos recursos, se podría lograr que más gente salga de la pobreza, concluyó.