Sharapova (30 años) no pudo entrar por su actual bajo escalafón (148). Pero los organizadores del Abierto norteamericano, reconociendo sus sobrados pergaminos, le concedieron un wild card.
Jugará así su primer torneo de Grand Slam después de un año y medio, luego de cumplir una sanción de quince meses debido a dar positivo en un control antidopaje.
La rusa, ex campeona del Abierto estadounidense, volverá después de dejar de lado otros torneos previos tras la lesión sufrida en un brazo en el Abierto de Stanford, donde, pese a este inconveniente, batió a la local Jennifer Brady por 6-1, 4-6, 6-0, pero ya no se presentó a jugar contra la ucraniana Lesia Tsurenko.
La tenista europea retornará a la pista de Nueva York después de tres años. Será la undécima participación en el US Open, que llegó a ganar en la temporada 2006.