Ocurrió hace un par de semanas en un juego de la Copa Argentina que encontraba a Huracán y Vélez Sarfield.
En tiempo normal, Alejandro Romero Gamarra, mediocampista del conjunto Globo, erró un tiro penal.
Su madre había fallecido recientemente, él no era el penalero designado, pero en duelo hizo un pedido especial a sus compañeros.
Así, el marcador 0-0 en el final motivó la definición desde los 13 metros. Romero Gamarra corrió con la misma suerte y Huracán acabó eliminado del torneo.
A la hora de recriminar, los hinchas del club derrotado no tuvieron perdón.
En un pequeño material audiovisual, el sitio argentino “Fúlbo”, término acuñado de los cuentos del Negro Fontanarrosa, hizo un rescate de lo acontecido: La deshumanización del futbolista.