La última información que manejaron los familiares y amigos de Cástulo Vera Báez, tras su detención en la terminal de buses de Puerto Iguazú, Misiones (Argentina), era que lo habían visto en la cárcel de Emboscada, en muy mal estado, como consecuencia de las torturas.
Sin embargo, según testimonio de su hermana, Lorenza, nunca autoridad alguna dio pistas sobre el paradero de su hermano.
Su familia, como otras cientos del país, jamás pudo desarrollar el duelo ni darle sepultura. Ni siquiera supieron dónde lo habían traído, menos aún, dónde fue sepultado. Lorenza pide justicia para su hermano.
Ayer, 39 años después, el doctor Rogelio Goiburú, coordinador del Equipo Nacional para la Investigación, Búsqueda e Identificación de Personas Detenidas y Desaparecidas entre 1954 y 1989, informó que mediante estudios genéticos y antropológicos forenses realizados en la Argentina, se logró la identificación de Cástulo Vera Báez.
Sus restos habían exhumado de una fosa común, en la Agrupación Especializada de la Policía Nacional, en julio de 2009.
El análisis y certificación estuvieron a cargo del Equipo Argentino de Antropología Forense, mediante contrastación con muestras de sangre de las hermanas de Cástulo, Fidelia y Lorenza Vera Báez.
“Es otro ciudadano más que ha sido víctima del Operativo Cóndor”, resaltó el doctor Goiburú, refiriéndose al pacto criminal que formaron durante las dictaduras militares los países de la región: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.
Con esta nueva identificación, la cuarta en Paraguay, queda demostrado una vez más como trabajaba el Operativo Cóndor, alianza de coordinación represiva entre las dictaduras del Cono Sur en los años 70. “Estados criminales de la época, que cometían estos delitos de lesa humanidad, que son imprescriptibles”, describió.
Para Goiburú corresponde ahora que la justicia investigue en profundidad por qué hicieron esto con este compatriota “porque si es que tenían algo contra él, no lo presentaron ante un juez para que tuviera un debido proceso”.
Los forenses argentinos continúan analizando un conjunto de fragmentos óseos correspondientes a 22 de los 34 esqueletos recuperados hasta la fecha en distintas excavaciones realizadas por el equipo de Goiburú, desde el 2006 y hasta la fecha.
El doctor dijo que no ahorraremos esfuerzo para seguir buscando y exhumando restos, y acompañar a los abogados de diversas organizaciones, para que se investigue y se sepa todo lo que ocurrió durante la dictadura de Stroessner. “No todos los responsables de estos crímenes han fallecido. Existen aún miembros de ese ejército de pyragués y de la policía y Fuerzas Armadas que aún están vivas”, dijo e instó a hacer juicios por la verdad.