La Casa Blanca dijo ayer que considera que la creciente crisis en el Golfo Pérsico es un asunto familiar, instando a los líderes árabes a trazar una salida y ofreció la ayuda de EEUU para iniciar conversaciones. Cuando se le preguntó acerca de la lista de demandas impuestas a Catar por Arabia Saudita y sus aliados como el precio para levantar un bloqueo de casi tres semanas en Catar, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, declinó hacer comentarios. “Creemos que es un asunto familiar”, dijo. “Si podemos ayudar a facilitar esas discusiones entonces que así sea, pero esto es algo que quieren y deben hacer por sí mismos”, agregó. Las exigencias impuestas a Catar incluyen el cierre de la cadena de televisión Al-Jazeera, una antigua fuente de conflicto con los países vecinos. AFP