El consumo interno, los flujos de inversión extranjera directa, las tasas de interés y los tipos de cambio, y los precios de los bienes y servicios pueden ser influidos por las expectativas. La inestabilidad política no contribuye a generar tranquilidad y previsibilidad. La situación que enfrenta la presidenta brasileña afectará a Paraguay teniendo en cuenta la cercanía geográfica y los fuertes lazos económicos que unen a ambos países.
Una parte importante de las exportaciones paraguayas se dirigen al mercado interno brasileño, los desequilibrios cambiarios afectan a los precios relativos, incentivando la entrada ilegal de productos brasileños. Varias ciudades paraguayas fronterizas dependen económicamente del país vecino, lo cual las hace altamente vulnerables. Todo esto se agrava si consideramos la debilidad de las instituciones públicas para implementar políticas que diversifiquen la economía y controlen las fronteras.
Frente a este escenario político del país vecino –el estancamiento de las principales economías del mundo, agudizado por las condiciones internas propias del nuestro–, la economía paraguaya se encuentra ante la posibilidad de profundizar las raíces de su inestabilidad y su proceso de ralentización económica.
Paraguay debe transformar su economía haciéndola más diversificada en términos de producción y mercados, generando productos de mayor valor agregado y elevando sus niveles de productividad. Solo de esta manera podrá reducir la vulnerabilidad que tiene como país pequeño, limítrofe de dos países grandes y con permanentes problemas económicos y políticos que se traducen en tasas de crecimiento altamente fluctuantes.
Más y mejores productos, la apertura de nuevos mercados, la ampliación y el fortalecimiento del sector industrial son, entre otras transformaciones, algunas de las que podrían contribuir a proteger o mitigar los efectos de la coyuntura del Brasil.
Sin embargo, estos resultados exigen instituciones públicas fuertes, que implementen políticas de cambio estructural y de largo plazo, pero también políticas anticíclicas que permitan enfrentar los vaivenes internacionales.
Paraguay debe aprender de las numerosas crisis económicas que han afectado al Brasil e implementar políticas de corto y largo plazo que se traduzcan en una mayor autonomía del vecino país y una mejor inserción a nivel internacional.
El Gobierno tiene en su Plan Nacional de Desarrollo tres ejes estratégicos, uno de ellos es el relativo a la inserción de Paraguay en el mundo. Esta es la oportunidad para que se empiecen a ver los resultados de las acciones que allí se describen.