20 abr. 2024

La contaminación por nutrientes está cambiando el sonido de los océanos

Sídney (Australia), 5 sep (EFE).- La contaminación causada por los nutrientes que se vierten en las aguas está cambiando el sonido de los océanos, lo que afecta a las señales de navegación de los peces y otras criaturas marinas, según un estudio publicado hoy.

Ola en un arrecife de coral. EFE/Archivo

Ola en un arrecife de coral. EFE/Archivo

“El sonido es muy importante para algunas especies de peces e invertebrados en la búsqueda de hogares en arrecifes y los lechos de plantas marinas. La pérdida de los sonidos biológicos tendrá un impacto negativo en la renovación de la población de peces”, dijo Ivan Nagelkerken, líder de la investigación.

El estudio de la Universidad de Adelaida, sur de Australia, revela que los ecosistemas marinos degradados por la “eutrofización” (enriquecimiento de las aguas con nutrientes) provocado por el deslizamiento de tierras adyacentes, es más silencioso que los similares sanos, según un comunicado del centro de estudios.

El paisaje sonoro marino está compuesto principalmente por los sonidos provocados por los chasquidos de las gambas, así como los ronquidos de los erizos y la vocalización de los peces.

Los investigadores, cuyo estudio se publicó en la revista Landscape Ecology, se centraron en los bosques de algas marinas y lechos marinos de pastos del golfo de St. Vincent en el sur de Australia, un ambiente afectado por el deslizamiento excesivo de nutrientes en el mar, especialmente provenientes de Adelaida.

Los bosques de algas y los lechos marinos de pastos son ecosistemas importantes para la pesca comercial y el mantenimiento de la biodiversidad marina.

Los investigadores compararon los sonidos grabados en esas aguas contaminadas con los registrados en los conductos volcánicos submarinos ricos en CO2 para predecir el escenario probable para finales de siglo con la acidificación de los océanos.

“La pérdida de sonidos hallados en esos sistemas degradados debido a la eutrofización local es de la misma magnitud que la de los ecosistemas que han sido afectados por la acidificación de los océanos”, precisó Ivan Nagelkerken en el comunicado de la Universidad de Adelaida.

Los científicos recomendaron la reducción de la contaminación provocada por los nutrientes así como esforzarse para mejorar la salud de los océanos para poder hacer frente al cambio climático.

Más contenido de esta sección
Dos alcaldes fueron asesinados en tres días en Ecuador en vísperas del referendo del domingo sobre reformas para enfrentar al crimen organizado y en medio de una crisis eléctrica que llevó al gobierno a decretar el estado de excepción.
La ONU llamó el viernes a detener el “ciclo de represalias” en Medio Oriente, después de explosiones en el centro de Irán atribuidas a un ataque israelí en un contexto sumamente volátil desde el inicio en octubre de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza.
Los senadores de Argentina, sin debate y en votación a mano alzada, aumentaron sus salarios un 170%, en una decisión que generó polémica este viernes por la dura crisis económica que atraviesa el país, con 288% de inflación interanual y más de la mitad de la población en la pobreza.
La primera respuesta de los educadores estadounidenses cuando empezaron a ver la popularidad de la inteligencia artificial (IA) fue de “tolerancia cero”, pero al ver que esta revolucionaria tecnología había llegado para quedarse, el temor se empezó a enfriar y, ahora, muchos educadores la usan para sus clases.
Con casi mil millones de votantes, la India comienza este viernes las elecciones generales, la primera fase del proceso electoral más largo de su historia que continuará a lo largo de seis semanas, en las que el nacionalismo religioso del primer ministro Narendra Modi buscará un tercer mandato.
La esclerosis múltiple produce anticuerpos que pueden ser detectados en sangre antes de que aparezcan los primeros síntomas de la enfermedad, lo que abre esperanzadoras vías de tratamiento para esta dolencia que afecta a 1,8 millones de personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.